A la
Hermandad de los que sienten a Dios en su interior, y profesan el amor a los
habitantes del mundo; de los que sienten el café corriendo por sus venas,
mientras sientan sus conversaciones sobre los quehaceres de la sociedad; de los
caminantes que dirigen sus pasos hacia tierras lejanas en busca de las obras de
arte creadas por la Naturaleza; de los luchadores que siguen peleando a pesar
de los golpes recibidos; de los que se quedan sin fuerzas tras tantos
recibimientos; de aquellos que detienen el tiempo alrededor de una persona
querida; de los tahúres del destino que reparten sus cartas a cualquier hora y
en cualquier lugar; de los capacitados para plasmar momentos inolvidables con
detalles de puesta de sol; de los discapacitados que plasman sonrisas con su
vida diaria; de los camaradas de un camino, de un día, que van y vienen,
cansinos; de los que mandan soplos de aliento que recorren años luz para darte
vida; de los templarios que defienden a los más débiles; de los más débiles que
defienden a los más templarios; de los cuentacuentos que interpretan su propia
historia; de los que se desayunan la venganza, se comen orgullo, se meriendan
el odio, y cenan impulsos de ira todos los días; de los que agachan la cabeza
para armarse como caballeros de la humildad por medio de la espada del perdón;
de los ejércitos hambrientos y sedientos de justicia; de los héroes en silencio
y los milagros sin nombre.
"Una Hermandad a
puertas abiertas, en la que serás siempre bienvenido."