Desde que comencé a escribir mis primeros versos, siempre he
intentado llevar por delante la verdad en mis escritos; y a medida que han ido
pasando los años, se han ido convirtiendo en prosa crítica; crítica con el
mundo que me rodea.
Un mundo que noto que está sucumbiendo ante la sociedad que nos
gobierna; no voy a hablar de política (porque entonces me encendería, me
extendería, y ya hay mucha gente hablando de ellos con más argumentos que yo),
si no de sociedad; quizá no a nivel de otros países (porque no he tenido la
oportunidad de sumergirme en sus culturas), pero sí a nivel de nuestro país:
España.
A lo largo de mi vida he ido conociendo mucha gente, ya
fuera en persona o través de las redes sociales, de muchas zonas de la península
y de las islas españolas. Con algunas he forjado una gran amistad, con otras
simplemente ha habido un intercambio de ideas, otras vinieron a mi vida y luego
se fueron... En definitiva, gente muy diversa. Y me he encontrado con un grupo
de personas bastante amplio, por los que siento especial aprecio.
Son personas como tú,
que estás leyendo esto, y como yo; personas que intentan llevar su vida lo
mejor que pueden, hacer las cosas bien y luchar por sus sueños. Personas que
quieren ser felices... pero la sociedad le ha puesto barreras para llegar a
serlo; barreras como la imagen, que les obliga a ser de una determinada manera,
porque si no, “no molan” o no son guapos/as o no atraen a la gente, y entonces,
la sociedad los tacha, los etiqueta, los margina, y al final, esas personas
acaban aceptando esas etiquetas.
Y por ello, brotan los motes acompañados de bromas, aparecen
los insultos despectivos y comienza el bullying psicológico; y llega ese
momento en el que el profesor de una clase de 2º de la ESO de un instituto
cualquiera no se da cuenta de que uno de sus alumnos/as ha sido marginado/a por
sus compañeros de clase.
Y por ello, surgen los trastornos alimentarios, los “porque
estoy gordo/a, y así no voy a conseguir nunca al chico/a de mi vida” y los “no
me gusto, soy feísimo/a” o “Ojala tuviera el cuerpo de ese/a”; y llega la
destrucción de uno mismo.
Y por ello surge la baja autoestima, la baja autoeficacia, el
refugiarse en la soledad, el sentirse solos, el pensar que no valen para nada,
el sentir que nadie les quiere.
Y llega el olvido; y la rendición; y la nada; y algunos/ de
ellas/os, desaparecen sin que nos demos cuenta.
Y nos preguntamos, ¿por qué tuvo que suceder eso? ¿Por qué
se llegó hasta ese punto? Pregúntenle a la sociedad.
A esa sociedad que cada
vez se preocupa más por educarnos en conseguir un buen puesto de trabajo que
nos permita sobrevivir, y cada vez menos a educarnos con valores como la
generosidad, la solidaridad con la gente que nos rodea, la honestidad, la
humildad. Esa sociedad que fomenta la violencia y la competitividad para
conseguir lo que sea en la vida, en vez
de involucrar al compañerismo y la convivencia unos con otros por el bien común. Una sociedad que cada
vez más se va olvidando más del valor de la cultura, que no es ni más ni menos
que el motor del conocimiento del mundo que nos rodea; y les estamos cada vez
privando más de ello.
Pensaréis, “pues vaya crítica más deprimente y fatalista”.
Sí; pero realista.
E igual de realista
es, que a pesar de todo ello, sigue habiendo una gran cantidad de gente
luchando por cambiar la sociedad en la que vivimos.
Porque tú, muchacho/a que te sientes en la profunda soledad,
no estás sólo/a; siempre habrá alguien que se preocupe por ti, aunque por más
que mires, no lo/a veas. Una persona que te tenderá la mano y te diga “no
quiero a alguien perfecto/a, te quiero a ti, tal y como eres”; una persona que
te enseñará a ser mejor persona, que te ayudará en tu camino por la vida; y si
no encuentras a esa persona, búscala; porque quién busca encuentra. Y siempre
hay alguien al que encontrar; porque hay gente que lucha contra las
injusticias, que protege a los más débiles y que lucha por los derechos de las
personas. La sociedad los intentará tapar, pero no impedirán que la Historia
los recuerde. Jesucristo, Gandhi, Martin L. King, fueron personas que pasaron a
la Historia por luchar por un mundo mejor.
“Y a pesar de que la
sociedad los tape, siguen luchando por el mundo, por la gente, por TI.”