martes, 31 de diciembre de 2013

Un año inolvidable



Tocaba su melena con suavidad, disfrutando de cada cabello. Así comenzaba todo, en la mesa de aquel bar, donde tímidas miradas eran intercambiadas con sumo cuidado de no ser descubiertas. Allí germinaba la semilla caída en buena tierra, la cual, a los pocos días ya dio fruto. Un fruto que fuéseme ofrecido por sus dulces manos. Me sentía abrumado por tan repentina generosidad, pero recibí sus manos en mi corazón.

Así comenzaba, así termina el año, y así va continuar el siguiente.











To to! (L)

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Tú puedes hacerlo.

Si te lo propones, puedes conseguir cosas que nunca imaginarías que serías capaz de conseguir.


Siempre, fui nulo en las artes plásticas: no sabía dibujar en condiciones, siempre me dejaba huecos a la hora de colorear...
Hará unas semanas, terminé de pintar mi primera miniatura de Warhammer: pintar una figurita con un pincel, algo que requiere más precisión que simplemente dibujar o colorear.


En el instituto, hacíamos una prueba en Educación Física, que consistía en recorrer corriendo lo máximo posible durante 12 minutos. Antes de acabar los 12 minutos yo ya estaba agotado y no podía más.
Desde hace unos meses, hago 45 minutos de clase de Cycling de intensidades baja, media y alta, dependiendo del día, y resisto los 45 minutos con cierto cansancio, pero con fuerzas de poder seguir más.

Siendo adolescente, veía a algunos amigos tocar la guitarra; empecé a sentir atracción por aquel instrumento, pero veía que no iba a ser capaz de tocarla.
Ahora es muy habitual verme todos los domingos tocando la guitarra durante la misa.

Hará algunos años, yo no sabía prácticamente nada de teatro, y no me veía para nada actuando; ahora puedo presumir de haber actuado de papel protagonista en una obra de teatro montada por actores aficionados.

Soy una persona como otra cualquiera, y he sido capaz de lograr todo esto; ¿quién te dice a ti que no puedes hacerlo igual o mejor? ¿Quién te dice que no serás capaz de lograr hitos más grandes?

Fíjate en tus virtudes, en tus gustos; mira qué puedes hacer a partir de ellos; piensa si es difícil o fácil para ti; si lo ves fácil, no lo dudes, ve a por ello; si lo ves difícil, inténtalo, no pierdes nada. Es posible que puedas completar esa dificultad que percibías con más facilidad de la que te imaginas. En el momento en el que te creas capaz de hacerlo, si le pones empeño, si le dedicas tiempo, ya sea más o menos, lo acabarás consiguiendo.




La clave está en confiar en ti mismo/a.

viernes, 13 de diciembre de 2013

Obsesión con la PERFECCIÓN

Un jefe, por el sólo hecho de serlo, ¿tiene derecho a gritar a sus empleados, con o sin motivo, día tras día? ¿Tiene derecho a decirles que dan asco? ¿Tienen derecho a tratarlos como unos idiotas? ¿Tienen derecho a tratarlos como si tuvieran que ser seres perfectos que no pueden cometer errores, cuando son humanos como todos los demás?

Sustituye ahora las palabras "jefe" y "empleados" por "padre/madre" e "hijos".  ¿Cambia? ¿Dan las mismas situaciones igual de asco? ¿O por el contrario, te parecen normales?

Contextualicemos.

"Vivimos en la sociedad PERFECTA: una sociedad que te invita a ser PERFECTO, con un cuerpo y unas piernas PERFECTAS, una cara PERFECTAMENTE juvenil y sin arrugas; una inteligencia PERFECTA que te hizo sacar todas tus asignaturas PERFECTAMENTE y ahora te hace llevar tu trabajo de manera PERFECTA. Si no eres PERFECTO, no nos sirves; estás lleno de errores que podrían echar a perder nuestro futuro; por eso te grito, para que te alejes y no nos contamines con equivocaciones; por eso das asco, porque nunca llegarás a ser como uno de nosotros; por eso eres idiota, porque tropiezas cuando nosotros superamos con facilidad todos los obstáculos; por eso tienes que ser PERFECTO, porque si no, no tendrás cabida en nuestro mundo."

Y ahora, ¿qué opinión tienes de las situaciones al principio mencionadas? Reflexiona.



"Un profesor de la universidad nos planteó un debate sobre si las personas éramos o no, máquinas; da que pensar, ¿verdad?"

jueves, 12 de diciembre de 2013

Siempre

“A veces, una persona sólo necesita que la escuches, y no hagas nada más; a veces necesita que no la juzgues, sino que la aconsejes; a veces no necesita más que tu presencia, tu presencia en silencio; a veces querría simplemente palabras de apoyo."

A veces no necesita nada. A veces lo necesita todo. A veces necesita todo y nada al mismo tiempo.

A veces TE necesita; quizá cerca, quizá lejos, quizá a su lado, quizá por teléfono, quizá mediante una foto, por escrito.

A veces TE necesita y no lo sabes; a veces no se acordará de ti y te necesite; a veces, a pesar del paso de los años, no ha conseguido olvidarte y te sigue necesitando.


Sea como fuere, a veces no podré estar ahí cuando me necesites, pero SIEMPRE contarás conmigo si lo necesitas.”

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Detalles que dan razón de vida.

Hace unos días, un simple detalle volvió a demostrarme por qué me metí en la carrera de psicología:

Llegaba tarde.

Caminaba por la calle, para llegar a una cita con mi pareja, así que intentaba aligerar el paso lo más que podía; por una de las intersecciones, iba caminando una muchacha, que llegó a la misma calle por la que yo discurría; durante un rato, estuvimos caminando a la par, con ritmo de paso similar; no podía verle la cara, su pelo largo cubría su perfil por completo. Pero podía oír su llanto; podía oír cómo sus lágrimas caían al suelo; podía oír cómo mi corazón se estremecía.



Llevaba prisa.



Una desconocida estaba caminando a mi lado, llorando, secándose sus lágrimas a medida que avanzaba, y yo, estaba experimentando su dolor; no conocía su circunstancia, ni su forma de ser, ni si había tenido una pelea, ni si había discutido con su pareja, (si es que la tenía). Pero sentía su dolor; sentía sus lágrimas caer por mi piel.



No podía detenerme.



Sentía la necesidad de hacer algo por ella; aunque sólo fuera preguntarle que si estaba bien; pero antes de darme cuenta, nuestros caminos se separaron en la siguiente calle; unas amigas acudieron a su encuentro y sentía que ellas, ya haría por ella lo que fuera, mejor de lo que pudiera haberlo hecho yo.



Pero el dolor que sentí era real.



Poder ayudar a personas como aquella muchacha que lloraba; intervenir en el dolor de personas completamente desconocidas, pero cuya felicidad también ha de ser merecida; aprender las habilidades necesarias para que todas esas personas que sufren tengan esperanza y encuentren el camino de la vida que desean.




La psicología: una buena razón para vivir.


martes, 3 de diciembre de 2013

Carrera contra el tiempo

Echo una carrera contra las manecillas del reloj;
comienzo con fuerza, con un ritmo alto,
y las dejo atrás durante un buen rato;
me voy cansando, me pesan las piernas,
me siento un momento; y las veo a lo lejos,
con un ritmo constante, con un ritmo lento.
Vuelvo a la marcha, con el sudor en la frente;
las dejo atrás, mi ritmo es más fuerte,
Mas he de parar; la Naturaleza me detiene,
y al final de la carrera, siempre el tiempo vence.


Me falta tiempo; fundirme con la música de una guitarra en su infancia; aún no se atreve a salir tantas veces de mi mano.

Me falta tiempo; sumergirme en piscinas de tinta donde se cuentan las historias que nunca se olvidan.

Me falta tiempo; omnipresencia para con la gente que quiero.

¿Busco tiempo?  Caminará con paso constante, sin descanso, sin dejarme posibilidad para que lo encuentre.





No queda sino seguir con la carrera.