Si te lo propones, puedes conseguir cosas que nunca
imaginarías que serías capaz de conseguir.
Siempre, fui nulo en las artes plásticas: no sabía dibujar
en condiciones, siempre me dejaba huecos a la hora de colorear...
Hará unas semanas, terminé de pintar mi primera miniatura de
Warhammer: pintar una figurita con un pincel, algo que requiere más precisión
que simplemente dibujar o colorear.
En el instituto, hacíamos una prueba en Educación Física,
que consistía en recorrer corriendo lo máximo posible durante 12 minutos. Antes
de acabar los 12 minutos yo ya estaba agotado y no podía más.
Desde hace unos meses, hago 45 minutos de clase de Cycling
de intensidades baja, media y alta, dependiendo del día, y resisto los 45
minutos con cierto cansancio, pero con fuerzas de poder seguir más.
Siendo adolescente, veía a algunos amigos tocar la guitarra;
empecé a sentir atracción por aquel instrumento, pero veía que no iba a ser
capaz de tocarla.
Ahora es muy habitual verme todos los domingos tocando la
guitarra durante la misa.
Hará algunos años, yo no sabía prácticamente nada de teatro,
y no me veía para nada actuando; ahora puedo presumir de haber actuado de papel
protagonista en una obra de teatro montada por actores aficionados.
Soy una persona como otra cualquiera, y he sido capaz de
lograr todo esto; ¿quién te dice a ti que no puedes hacerlo igual o mejor? ¿Quién te dice que no serás capaz de lograr hitos más grandes?
Fíjate en tus virtudes, en tus gustos; mira qué puedes hacer
a partir de ellos; piensa si es difícil o fácil para ti; si lo ves fácil, no lo
dudes, ve a por ello; si lo ves difícil, inténtalo, no pierdes nada. Es posible
que puedas completar esa dificultad que percibías con más facilidad de la que
te imaginas. En el momento en el que te creas capaz de hacerlo, si le pones
empeño, si le dedicas tiempo, ya sea más o menos, lo acabarás consiguiendo.
La clave está en confiar en ti mismo/a.