Hoy quiero poneros dos situaciones para que reflexionéis.
Ante todo, son invenciones: no me baso en ningún caso real que haya visto o me
hayan contado, lo que no quita que vosotros hayáis podido vivirlas, verlas o
escucharlas. Aquí os las dejo:
-Al crío le apetecía una mascota y se la acabaron comprando.
La pidió a la carta: un gato atigrado de tonos grises, y se lo trajeron a casa.
Durante las primeras semanas estuvo encantado con él: jugaban, se daban mimos,
corrían por los pasillos de la casa, lo cuidaba; acabó convirtiéndose poco a
poco en un miembro más de la familia. Pero el muchacho un día, se acabó
cansando de él, dejó de importarle y ya no quería encargarse de él. Lo
acabó echando a la calle.
Piensa.
Cambia la situación, sustituyendo la palabra “gato” por “niño/a de 5 años.”
Vuelve a pensar.
¿Te parecen las dos situaciones igual de alarmantes? ¿O alguna más o menos que la otra?
-Unos adolescentes han quedado en un parque de la ciudad.
Charlan, se ponen al día, están con el WA, para variar, cuando no se les presta
atención. Lo normal. A esto, que varios gorriones se posan cerca de donde están
ellos. Éstos, deciden que para divertirse un rato, van a jugar a “Tiro al
pájaro”, tirándoles piedras.
Piensa.
Cambia la situación sustituyendo las palabras “gorrión” y “pájaro” por “adolescente de
14 años”.
Vuelve a pensar.
¿Qué opinión tienes de las dos situaciones?
***
Un animal, no es un JUGUETE, no es una cosa que no sufre si
le haces daño; no es un compañero temporal al que puedes abandonar cuando te dé
la gana y con el que puedes hacer lo que quieras.
Un animal es una VIDA. Y si te comprometes a cuidar de él,
recuerda que es una VIDA; y que si lo abandonas, abandonas una VIDA, y que si le haces daño, estarás haciendo sufrir a una VIDA.
“Porque ellos tienen el mismo derecho que nosotros a vivir
en el planeta; nuestro planeta; el planeta de TODOS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario