viernes, 21 de diciembre de 2012

Felicidad en la madrugada del fin del mundo


Tras una genial noche con mis niñas de la clase, fluyen las palabras en mi habitación; son las 4 de la madrugada, tengo un sueño enorme, pero una sonrisa en la boca; una sonrisa como hacía tiempo no se dibujaba en mi cara.

Porque he descubierto que no tengo razones por las que pasarlo mal, gracias a la gente que me rodea; gente que hasta hace unos meses no conocía, pero que han sido capaces de dar sentido a ciertos ámbitos de mi vida en poco tiempo.

Porque me he dado cuenta de lo que tengo; y de que no puedo pedir más; y de que no necesito más.

Porque tengo a gente a mi lado que ha estado dispuesta a romper el silencio en el que vivía; gente que a pesar de la distancia me recuerda día a día; gente que a pesar de no haberme conocido en persona, me quieren por como soy; gente que me acompaña desde hace poco, como si me conocieran de toda la vida; gente que en poco tiempo se ha convertido en lo más importante de mi vida; gente que a pesar del tiempo, me aprecian como el primer día.

Gente que me apoya, que no me abandona, que se preocupa por mí, que me cuida, que me quiere.

Hoy, 21 de diciembre, el día en el que se habla más del fin del mundo que de otra cosa, mi lema de vida "Vive el Silencio", se rompe para deciros, GRACIAS POR EXISTIR. Porque mi vida la llenáis de felicidad todos vosotros.

GRACIAS.

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