lunes, 14 de mayo de 2012

Analfabetismo funcional


Aquel día volvía a casa muy contento; acababa de aprender a sumar y a restar y las matemáticas me estaban empezando a gustar. Aquel primer año de curso en el colegio iba a ser una gran aventura; estaba dispuesto a aprender todo lo que pudiera, ya fueran los profesores buenos o malos.

Aquel día volvía a casa cansado; el peso de la mochila llena de libros y cuadernos era el menor de mis problemas en aquel 4 curso de la ESO; el de Mates nos había mandado unos 10 ejercicios y por si fuera poco, al día siguiente tenía un exámen de Biología de 4 temas, y la semana siguiente tenía otro de Lengua Y Literatura de otros tantos temas... pero sin problema; me pongo sin falta con Biología para luego olvidarla y centrarme en Lengua; lo de Mates, ya si hay tiempo los hago.

Aquel día volvía a casa, con suerte y de noche; había hecho un curso que me había costado 50 euros por 2 míseros créditos, y que me había ocupado toda la mañana; comí en la facultad y casi con la comida en la boca entré a clase, puesto que tenía turno de tarde. 4 horas de tostón, que no fueron más, porque no me dieron todas las optativas que pedí. Al acabar había quedado con mis compañeros de clase para "hacer" uno de los 5 trabajos que teníamos pendientes de diferentes asignaturas; "hacer", porque al final siempre curraban un par nada más de los 5. Y menos de un mes llegaban los exámenes anuales y aún no había empezado a estudiar. Estaba en 4º de carrera; apenas recuerdo la materia de asignaturas anteriores de 1º y 2º, para mi desgracia.

Aquel día volvía a casa desolado, tras la cola del paro.

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